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1 Salve la bienaventurada mañana, vea al gran Mediador, ¡Abajo de las regiones de gloria! Pastores, vayan a adorar al niño en el pesebre, Lo, para su guardia los ángeles brillantes asistir.

2 Frío en su cuna las gotas de rocío están brillando; Bajo reposa su lecho con las bestias del puesto; Ángeles lo adoran, dormido reclinado, Los hombres sabios y los pastores ante él caen.

3 Díganlo, le entregaremos, en costosa devoción, ¿Los olores del Edén y las ofrendas divinas? Las gemas de la montaña, y las perlas del océano, Mirra del bosque y oro de la mina?

Más brillante y mejor de las estrellas de la mañana, Dawn en nuestras tinieblas, y prestaos tu ayuda; Estrella del Este, el horizonte que adorna, Guía donde está puesto nuestro Redentor infantil.